La fuerza del huracán

El huracán es un viento poderoso.

Su ojo alcanza lejanos objetivos.

Su fuerza es descomunal.

Su acometida es brutal y su rastro lleva a la calma.



sábado, 16 de octubre de 2010

Cumpleaños feliz


Han transcurrido doce años desde que entrené al último equipo en mi club de baloncesto de toda la vida. Desde entonces, algunas cosas no han cambiado, entre ellas la costumbre de quedar con mis viejos amigos, los entrenadores con los que coincidí durante aquellas añoradas temporadas, para tomarnos unas cervezas bien frescas. Afortunadamente, esa costumbre se mantiene año tras año, aunque algunos no estemos ya en activo.
Se puede decir que el objetivo se cumplió, el romanticismo se tornó en realidad. Todos los esfuerzos, todas las ilusiones y las infinitas horas en la cancha de entrenamiento fraguaron en el establecimiento de fuertes lazos de amistad y en muchas horas más de cerveza. Porque un club sin cervezas no es un club, igual que un equipo sin amigos no es un equipo.
Esta noche celebraremos el cumpleaños de dos de los nuestros, de dos buenos y viejos amigos. Una vez más, como al principio, habrá cerveza.
Algunas generaciones recientes de baloncestistas deberían tomar nota de sus predecesores. Hay jugadores y jugadoras que se creen muy buenos en sus equipos y descuidan los aspectos más emocionales. En realidad, no saben que algunas cosas caen pronto en el saco del olvido, mientras que otras, las más valiosas, permanecen siempre en la memoria individual y colectiva. Que tomen nota: menos pajaritos y más cervezas.

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